Hola, me llamo Marisa y os presento:
MI CASITA AZUL «VILLA ANGELITA»
Quiero contaros la historia de esta casita: su construcción
(aún no está terminada), todos los regalos
que he ido recibiendo desde que me la regalaron,
ferias que he visitado…
Así es como se puede ver ahora
¡Prometo mejorar las fotos! ¡Ah! y ponerle puertas
Ya está renovada la galería de fotos. Luis ha sido tan amable de dedicarle tiempo a mi casita y me ha regalado unas preciosas fotos que he añadido o sustituido a las que tenía en esta entrada.
Luis Jiménez es informático de profesión y, de momento, aficionado a la fotografía, como dice en su página web que os recomiendo visitéis. Tiene fotos espectaculares. Aquí os pongo el enlace: http://www.luisjimenez.com.es
¡MIL GRACIAS!, Luis
En otra de las entradas, que tengo en este blog, explico porqué el nombre de «VILLA ANGELITA».
Mª de los Ángeles Sáez Román (Angelita), tenía dos hijas, mi hermana y yo, y tres nietos.
Marián, mi sobrina, y su nieta, al poco tiempo de que nos dejara, le escribió esta carta que refleja muy bien como era ELLA y me gustaría compartirla con todos los que visitáis este blog.
Por supuesto he pedido permiso a la autora
TU SONRISA
Querida abuela: te fuiste, por fin estarás tranquila con abuelo, por fin vas a poder descansar en paz con todos los tuyos. Abuela, abuelita subiste al cielo que tanto te mereces
Me gustaría saber qué pasó por tu cabeza en los últimos años de tu vida, qué sentías cuando tanto te reías, qué veías cuando tendías la mano para acariciar a alguien y a quién mirabas con los ojos iluminados.
Tenías fiebre pero te reías, increíble, medio dormida, con los ojos cerrados… y sonreías, la sonrisa más bonita del mundo, esa sonrisa con la que has sabido llevar para alante todos los avatares de la vida. Quizás simplemente eras feliz, feliz del amor inmenso de tus hijas, mi tía y mi madre. Quizás eras feliz de ver que tus nietos se quedaban con dos personas maravillosas, dos hijazas que han empapado el cariño y la generosidad que siempre transmitiste.
¡Gracias por estas dos hijas que nos disteis! ¡gracias abuela por ser como eres! ¡gracias abuela por tu carácter dulce y cariñoso y por contagiarnos esa paz y alegría! ¡gracias abuela por este legado que me dejaste:… TU SONRISA!
¡MIL GRACIAS, MARIÁN, no solo te quedaste con su nombre sino también con su gran corazón.
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